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miércoles, 14 de marzo de 2018

“El estrés genera mucho ruido cerebral y afecta a capacidades como la memoria”

El prestigioso neurocientífico Tomás Ortiz Alonso, experto en educación, ha dedicado buena parte de su vida a desentrañar los misterios del cerebro. En los próximos 30 años, confía, la ciencia por fin tendrá certezas sobre cómo funciona.
  CUARENTA AÑOS”, responde con entusiasmo imperecedero y como si hablara de días Tomás Ortiz Alonso, médico y psicólogo, cuando se le pregunta cuánto hace que el cerebro humano es su gran pasión. Nacido en Guadalajara hace 67 años y catedrático de Psicología Médica en la Universidad Complutense de Madrid, es un experto de prestigio internacional que desarrolla programas neuroeducativos en niños para “activar los mecanismos cerebrales que procesan la información y que permiten construir autopistas neuronales de aprendizaje”. Suena complejo, pero Ortiz Alonso lo explica sin perder la sonrisa con una imagen que, además de sencilla, es radiante: “La diferencia entre un cerebro que se ejercita en la escuela de forma ordenada, regular y sostenida y otro que no lo hace es la misma que existe entre un árbol visto en otoño y en primavera”.
Divorciado y padre de tres hijos (“una es neurorradióloga en Harvard; otra, experta en neuroeconomía, y el otro, abogado que se prepara para ser juez”), Ortiz Alonso dirige además la colección Neurociencia y Psicología que publicará El País a partir del próximo domingo. Cuarenta títulos sobre los descubrimientos más recientes que exploran las relaciones entre el cerebro y el entorno, los procesos cognitivos y emocionales y la conducta humana. Un anticipo de esa compilación es este diálogo, mantenido el mediodía de un jueves en Buenos Aires, donde está desarrollando Visión táctil, un proyecto digno de un escritor de ciencia-ficción, pero con efectos muy reales: tecnología mediante, el programa permite que niños ciegos de nacimiento puedan “leer a medio metro” gracias a un sistema que capta información visual y la traduce a impulsos táctiles.

¿Cuándo y por qué empezó a interesarle el cerebro? Estudiaba Psicología, pero me fascinaba saber cómo pensamos, cuáles son nuestras emociones y cómo eso se refleja en el cerebro. Los conocimientos de las teorías psicológicas no alcanzaban a responder esas preguntas. Por eso hice también Medicina.
 Si tuviera que trazar un mapa de lo más importante que aprendimos del cerebro en estas décadas, ¿qué diría? Antes una persona tenía un accidente, perdía el habla y deducíamos que esta podía relacionarse con la zona cerebral donde se producía la lesión. Ese conocimiento era indirecto. Ahora tenemos información directa y en tiempo real mientras el cerebro realiza una función. Ese ha sido el gran salto. Estamos conversando y podríamos ver cuáles son las áreas que se activan mientras escuchamos o hablamos, mediante una serie de técnicas de registro. La resonancia magnética, por ejemplo, permite ver cuál es el metabolismo de las neuronas cuando realizan una función. A más metabolismo se supone que hay más actividad y eso se co-relaciona directamente con las funciones que se ejecutan.
 En el imaginario cultural el cerebro parece haber reemplazado al corazón, del que se suponía provenían virtudes y flaquezas. Hoy, la neurobiología y el inconsciente lo explican todo. ¿Qué hay de mito y qué de realidad? A lo largo de la historia, en ocasiones se transmite un error científico porque quien lo difundió inicialmente fue una gran persona. Aquí el error proviene de la filosofía de Aristóteles. Él creía que las funciones cognitivas que nos permiten recibir, seleccionar, almacenar, elaborar y recuperar información ambiental estaban en el corazón. Ese error explica que una persona diga: “Te quiero con todo mi corazón”. Si es así, no le quieres nada y no es curioso que haya tantos divorcios [ríe]. Sucede en la cabeza. El corazón no tiene ningún sentimiento: es un mero receptor de una estimulación cerebral, asociada a una emoción. Hoy se conocen incluso áreas cerebrales más implicadas en una función emotiva que en una cognitiva. Pero parece que decirle a una chica “te quiero con todo mi hipotálamo” no pega.
  Sus investigaciones subrayan la necesidad de ejercitar el cerebro de los niños ordenada y sistemáticamente como clave para mejorar el aprendizaje. ¿Qué lugar ocupa el ocio en ese modelo?  El ocio es una construcción cultural. El cerebro no lo entiende: siempre está haciendo algo. Incluso en el tiempo que llamamos “libre”, leemos o caminamos o nos ejercitamos… Trabaja también durante el sueño: hay una parte, el tronco, que debe funcionar para poder respirar. Está probado que si lo estimulamos ordenada y sistemáticamente y lo hacemos todos los días con cosas sencillas (ejercicios de equilibrio y de atención, por ejemplo), la neuroplasticidad es mayor: se generan nuevas neuronas en una estructura que se llama hipocampo, asociada a la memoria. Y esas nuevas conexiones se vuelven estables, que es lo que se requiere para aprender. Por el contrario, cuando no lo entrenamos nos cuesta retomar el ritmo, como sucede cada lunes.
“La diferencia entre un cerebro que se ejercita en la escuela de forma ordenada y otro que no lo hace es la misma que existe entre un árbol visto en otoño y en primavera”
 Déjeme defender el descanso. Un ensayo reciente, 24/7: Capitalismo tardío y el fin del sueño, de Jonathan Crary, denuncia que el capitalismo actual, en su intento de extraer rentabilidad de todo, va incluso por nuestras horas de sueño. ¿Cómo incide dormir poco en la productividad? Tiene efectos nocivos y es un muy mal negocio. Necesitamos cinco ciclos de sueño y cada uno dura entre 90 y 120 minutos. Lo ideal es dormir de 7 a 9 horas. Menos perturba la memoria. En un niño hace que no esté atento; en un adulto afecta su concentración y, por ende, su eficacia. En esos términos, quizá podríamos acordar que el sueño sería el ocio que necesita el cerebro para poder trabajar después a todo ritmo y recuperar la información que adquirió durante el día. Niños que descansan bien tienen un buen desarrollo madurativo. Y por el contrario, los pequeños que duermen mal sufren de déficit de atención.
 ¿Varía la neuroplasticidad con la edad? La plasticidad es la capacidad que tiene el cerebro de aumentar las conexiones neuronales como consecuencia de la estimulación ambiental. A más estímulos, más plasticidad. Tiene dos fases. La primera es lábil, poco estable y nada útil. Para que lo sea necesitamos repetir las cosas. En otras palabras: podemos oír 20 idiomas, pero útil es el que practicamos todos los días. Existen ventanas temporales durante las cuales se favorece la plasticidad neuronal. Las asociadas a la edad se llaman “tiempos críticos”. Hay periodos en la infancia en los que cualquier estímulo genera plasticidad neuronal estable. Se supone que puedes ser bilingüe si has aprendido los dos idiomas antes de los siete años, porque tu plasticidad es tan grande que permite incluso desarrollar las entonaciones con las que habla un nativo. El bilingüismo aumenta la capacidad cerebral al incrementar la actividad del hemisferio derecho. Y eso es importante porque un cerebro multilingüe responde mejor a diversos estímulos en distintas situaciones.
 ¿La motivación puede salvar el escollo de un aprendizaje a destiempo? La psicología incide en ello. Hay una plasticidad neuronal muy rápida, asociada a intereses y motivaciones. Una persona puede aprender a hablar rápidamente un idioma, si dependen de eso sus hijos, su vida, su trabajo. Esa motivación es suficientemente alta para aprender cualquier cosa a cualquier edad. Las personas a las que les gusta el fútbol, por ejemplo, saben enseguida los nombres de los futbolistas de su equipo y la historia de sus goles al detalle. Los intereses primarios aceleran mucho los procesos de aprendizaje y de plasticidad cerebral.
 ¿Y la sobreexigencia?¿Afecta el estrés a nuestras habilidades intelectuales? Genera mucho ruido cerebral. Imagina que estás en una fiesta e intentas hablar con un amigo, pero hay tanto escándalo que ni siquiera lo oyes. El estrés impide desarrollar capacidades. Inhibe la plasticidad cerebral. Es una enfermedad silenciosa: aumenta una sustancia llamada cortisol que afecta los receptores del hipocampo, que ya no consiguen desarrollar su capacidad de memoria, atención y codificación de cosas nuevas. ¿Cómo lo eliminas? En situaciones de relajación, donde te has aislado físicamente del ruido visual, auditivo, táctil. Sucede también con la depresión o con un trastorno obsesivo compulsivo: son ruidos cognitivos, psicológicos, emocionales. Un pensamiento que está constantemente introduciéndose en lo que haces, distorsiona y te impide actuar con calidad. 
En sus conferencias destaca usted el papel del juego. ¿Jugamos poco los adultos? Decía Ramón y Cajal en 1923 que “el juego es una preparación necesaria para la vida”, que imprime un sello, a la vez intelectual y moral. En él intervienen factores motivacionales, de novedad, de interacción de unos con otros, de competitividad, que contribuyen al desarrollo en una época de gran neuroplasticidad. A más novedad, el cerebro capta información a más velocidad y la archiva mucho mejor. La pregunta es por qué los adultos no seguimos jugando. ¿Hemos perdido esa capacidad? Es una gran pregunta y sucede en todas las culturas. Antes de la Revolución Industrial, el alumno aprendía de una forma práctica y utilizaba más el juego que nosotros. Es decir, el pintor enseñaba pintando. Eso contribuía a desarrollar más el juego a lo largo de la vida. En nuestra sociedad, la memoria y el conocimiento están asociados a los sistemas educativos. Con juegos se tardaría más tiempo y hoy la rapidez es un valor.
 ¿Cómo relaciona la necesidad de repetir para aprender con el concepto estrella de esta época: la creatividad? Hay muchas teorías. Yo creo que el mejor chiste en una conferencia es el que has ensayado muchas veces. El cerebro no imagina cosas de la nada. Creativo es quien desde una sistematización de información desarrolla algo distinto. Pero a partir de una estructura muy documentada. Se han dado casos en los que la idea llega en estado de reposo, sin ningún tipo de estímulos. Alguien venía buscando una respuesta que surge de pronto; pero antes de ese momento hubo mucho trabajo estructural, ordenado y sistematizado. No fue espontáneo.
“El estrés genera ‘ruido’ e impide desarrollar capacidades como memoria, atención y codificación. Inhibe la plasticidad cerebral.
Es una enfermedad silenciosa 

Distintos bestsellers promocionan la “inteligencia emocional”, asociada a la posibilidad de dirigir con éxito lo sensitivo. ¿Qué opinión le merece? Es un enfoque más psicológico, pero soy crítico. Desde la neurociencia es poco consistente. Las respuestas emocionales son previas a cualquier proceso cognitivo, con lo cual sería difícil modificarlas. Si tú ves una araña, enseguida te retiras. Si empiezas a pensar que es una araña, te pica. Después sí, vendría una respuesta cognitiva: “Era una araña”. Se podría hablar de una terapia para identificar la araña. Pero lo que no sabemos es cómo, identificándola, tu respuesta sería no retirarte.
 ¿Somos esclavos de nuestras emociones entonces? Mucho. La neurociencia se acerca más al conocimiento de cómo se producen las emociones que a terapias concretas. Eso no quiere decir que no podamos usar ese conocimiento científico para intentar algunas cosas…
Cuénteme. Si es verdad que la respuesta emocional es inmediata y, a la vez, que para tener una plasticidad cerebral eficiente se necesitan muchos estímulos ordenados y a lo largo del día y todos los días, es muy difícil hacer una terapia. Pero hay una técnica con la que sí se consigue esa respuesta: la sonrisa. La sonrisa es un proceso emocional positivo que el niño adquiere a partir de la sonrisa de la madre y que permanece a lo largo de su vida. Por eso colocamos imágenes de sonrisas en las aulas. De tal forma que, nada más que levanten la cabeza cuando vean al profesor, siempre las verán. Generan automáticamente una respuesta positiva, distinta a la que obtendrías junto a personas tristes o agresivas.
 ¿Rinde la empatía en el mundo corporativo? ¿La gente feliz produce más y mejor? Sí. Porque el siguiente conocimiento que nos ofrece la neurociencia es que las situaciones tienen una representatividad en el cuerpo. Hay un dicho en latín: “Mens sana in corpore sano”. Yo creo que es al revés. En la medida en que te encuentras bien físicamente se producen estímulos que benefician la salud de tu mente. Eso sería lo que la neurociencia aporta: ir de lo simple a lo complejo. Sabemos, por ejemplo, que si uno no está bien hidratado, disminuye su atención. Hidratarse cinco minutos antes de una clase no cuesta nada y rinde mucho. Si tú tienes el cuerpo sano, recibes sonrisas, trabajas en un ambiente agradable, sin frío, ni calor, ni odio, ni agresión, tu cerebro funciona mejor que en un sitio donde sientes hostilidad ambiental, emocional o de cualquier otro tipo.
 Entender más la química cerebral ha generado la sensación de que existe una pastilla para resolver cualquier déficit. ¿Cuáles son los riesgos de esa mirada? Los fármacos sirven para regular sustancias que el cerebro no tiene o ha perdido y que son necesarias. No desarrollan una función, permiten que puedas realizarla. Se ataca un aspecto del problema, pero no se resuelve la parte psíquica que requiere terapias para recuperar las funciones. La ayuda farmacológica disminuye el nivel de sufrimiento, pero si el problema que lo ocasiona subsiste, allí queda. No hay un medicamento que mágicamente devuelva la memoria. Tampoco pastillas de la felicidad.
 ¿Su presencia en Argentina se relaciona con alguna investigación? Trabajo en un programa que vengo desarrollando en España desde hace 20 años y que aspiramos a profundizar aquí con un acuerdo con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Se llama Visión táctil y consiste en lograr que niños ciegos de nacimiento puedan leer a distancia.
¿Cómo? Mediante una micro cámara que el niño usa en unas gafas parecidas a las de 3D. El sistema capta la información visual a medio metro, una letra por ejemplo, y la transmite a través de bluetooth a un dispositivo que genera impulsos táctiles que él percibe en la mano, donde aparece globalmente la letra en milisegundos. Esa suerte de “imagen” táctil de la letra se transmite al cerebro, que la reconoce como tal. Es un proceso de aprendizaje. Hemos hecho investigaciones en adultos, pero se avanza más lentamente.
La tecnología auspicia a otra vedette: la inteligencia artificial. Le confieso que siento cierto rechazo: suena a Victor Frankenstein, tratando de armar una criatura a su imagen y semejanza. No soy experto en inteligencia artificial y, aunque entiendo su escozor, creo que en el ámbito de la neurociencia, los robots o programas específicos nos ayudarán a mejorar muchísimo cerebros que estén lesionados. Podremos actuar sobre la capacidad de reestructuración de esos cerebros o con desarrollos asociados a la memoria, de forma más interactiva.
 ¿Qué nos falta conocer del cerebro que va a cambiarlo todo? Algo muy sencillo: cómo funciona. Solo tenemos pistas. ¿Qué dispara el autismo, por ejemplo? No sabemos. Sí, que hay un área del cerebro autista que en apariencia no tiene neuronas en espejo, que son las células capaces de percibir la imagen emocional de otra persona. O dilucidar por qué la gente se enamora o deja de quererse. Sabemos que cuando una persona se enamora hay un cambio hormonal: ciertas áreas límbicas se encienden y tienen una actividad tan potente que inhibe las áreas perceptivas. El enamorado cambia la impresión que tiene sobre el otro. “El amor es ciego”, dice el refrán. Debe ser un mecanismo muy simple que genera miles de conexiones, actividades e interacciones, pero todavía no lo conocemos. El bosque no nos deja ver lo que hay detrás. Avanzamos, pero probablemente necesitemos mirar el cerebro desde arriba, mirar el bosque más desde lo alto, para identificar qué hay y cómo se conecta. En los próximos 30 años, seguramente resolveremos el enigma. 
Tomás Ortiz Alonso dirige la colección Neurociencia y Psicología que se publicará semanalmente en el diario El País a partir del 28 de enero.

martes, 14 de junio de 2016

Descubre por qué no venden helado de uva

El helado es uno de los postres más ricos que el ser humano pueda degustar. Se tiene registro de que la primera heladería abrió en 1686, bajo el nombre de Café Procope, en París. Su dueño, Francesco Procopio dei Coltelli, un siciliano que prepara café y helados, se volvió famoso. Comenzó preparando de vainilla y chocolate, hasta llegar a incorporar otros sabores al postre frio. Pero, ¿algunas vez te fijaste en que no hay helado de uva?
Robert Green, el creador del refresco de helado, se trazó la meta de complacer a su clientela con un refresco de helado con sabor a uva. Cosa imposible porque esta fruta tiene una molécula llamada antocianina, lo que impide el congelamiento de la misma. Por más que haya intentado el señor Green, no pudo lograrlo. Simplemente no se congelaba de ninguna manera.
La empresa Baskin Robbins también lo intentó y falló, como era de esperarse. La compañía Ben & Jerry, en 1976 bajo la responsabilidad de un hombre llamado Ben, trabajó en el sabor. Todo por tratar de complacer a una mujer a quien él había prometido crear cualquier sabor de helado, ella pidió uno de uva, pues era su fruta favorita. Él conocía el difícil reto del helado de uva y llegó a pensar que no cumpliría la meta.


Sin nada qué perder, trabajó en ello. Comenzó a incluir la cáscara de las uvas para probar. Su experimento dio resultado y obtuvo el congelamiento. A mayor cantidad de antocianina, más fácil congela. Este era el truco y lo había conseguido gracias a las cáscaras donde se concentraba la molécula, todo esto sin tener mucho conocimiento científico sobre el tema.
La chica quedó impresionada con lo que Ben había hecho, la complació y él supuso la tenía en sus manos. Pero, sin darse cuenta, Ben hizo algo terrible. La mujer le dio a probar el helado a su perro y cuando quiso ofrecerle nuevamente, este yacía sin vida. La antocianina es veneno para perros y debido a la falta de conocimiento científico, el hombre desconocía totalmente este dato. Inmediatamente, Ben supo que su creación estaba perdida y que había destruido cualquier posibilidad, por mínima que fuese, de estar con aquella mujer.
Como buen ciudadano, informó a la industria farmacéutica el resultado y en 1982, se prohibió la producción de helados de uva, natural o artificial, no era permitido investigar sobre este sabor hasta que se descubriera más sobre los peligros para la salud. Actualmente, algunas heladerías sirven este sabor porque no es dañino para el ser humano.
Solo recuerda no compartir con tu perro, y mucho menos darle una uva.

Fuente: porquenosemeocurrioantes.com

lunes, 23 de julio de 2012


Esta es una flor de Thailandia .. 
Tambien es una de las especies protegidas y no es permitido exportarla
. 
Esta sera la unica forma de ver esta flor. 
 
MUY EXTRANA 

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QUIEN SI NO DIOS

PODRIA HACER ESTO? 
 

lunes, 19 de marzo de 2012

Ya están disponibles en Internet documentos personales y obras científicas de Albert Einstein

Albert-Einstein
La Universidad Hebrea de Jerusalén anunció el lanzamiento de un avanzado archivoen Internet con todos los documentos personales y obras científicas de Albert Einstein.
El archivo digital, que puede ser visitado en su página web, muestra a "un genio (en su faceta más) humana", según el presidente de la Universidad Hebrea, Menajem BenSasson, quien destacó que este proyecto trata de "universalizar el conocimiento".
El objetivo es colgar en la red toda la obra, documentos personales y correspondencia de un hombre que revolucionó la ciencia del siglo XX con teorías, como la de larelatividad, que siguen en pie hasta el día de hoy. "Lanzamos un proyecto que nos permite exponer al público los tesoros del conocimiento. Einstein dejó el archivo para darlo a conocer al mundo y lo hacemos de la mejor manera posible: en la red", subrayó Ben Sason.
Entre los papeles del científico, una carta de los años cuarenta al palestino Azmi El-Nashashibi, editor del periódico "El Falastin", en la que propone una original solución alconflicto entre árabes y judíos.
Hasta finales de 2012 serán subidos al nuevo sitio de Internet unas 80.000 páginas, en una iniciativa en la que participan la editorial de la Universidad de Princeton, que publica en papel los trabajos del investigador fallecido en 1955, y el Einstein Papers Project (EPP) del Instituto Tecnológico de California, que los edita.
http://www.alberteinstein.info/

sábado, 21 de enero de 2012

Como sobrevivir a un ataque del corazon (si estas solo)

Bueno, acá les digo como sobrevivr a un ataque del corazon si estas solo en ese momento.






Saludos , espero que les haya servido la info. por las dudas.
OJO:
1. En las condiciones propuestas (el afectado está solo, aislado y se siente enfermo) toser no va a empeorar su estado de salud.

2. Si la persona fuera un hipocondríaco o tuviera una indisposición leve, podría tranquilizarse sabiendo que tiene algo para hacer.

3. Si se tratara de un caso fulminante, no hay tos que pueda sostenerse (se habla de 10 segundos)

4. El artículo se indica que puede hacerse el intento mientras se va al Hospital (no en lugar de).

De todos modos no se quede con esta opinión, consulte el tema con su médico!


Artículo publicado en http://www.forodeseguridad.com/artic/prevenc/prev_3048.htm



jueves, 28 de julio de 2011

¿Conoces la bombilla centenaria?

 ¿Conoces la bombilla centenaria?

En el parque de bomberos de Livermore-Pleasanton de California se encuentra la bombilla mas antigua que todavia funciona según el libro Guinnes de los Récords.

Esta bombilla cuenta con 4 vatios de potencia y comenzó a funcionar en el año 1901, hace 110 años, apagándose tan solo una vez durante 20 minutos para ser trasladada al nuevo parque de bomberos de la localidad Californiana.

La bombilla lleva encendida la friolera de 800.000 horas. Las bombillas de bajo consumo tienen una vida estimada de 20.000 horas y las incandescentes unas 2.000 horas de vida.

Actualmente la bombilla dispone de una webcam que podemos ver pinchando aquí.

Mas info: http://centennialbulb.org/

jueves, 14 de abril de 2011

INVENTOS La máquina de volar Propulsión de agua a chorro

maquina volar agua 
 
 
Así es el JetLev, un "jetpack" individual que va propulsado por dos enormes chorros de agua que se alimentan de una gran manguera de agua que va siempre sumergida bajo el agua. Parece fácil manejarlo pero hay que tener fuerza y requiere algunas horas de entrenamiento. Aterrizar y despegar son dos momentos bastante críticos.


martes, 4 de enero de 2011

Respuestas del cuerpo a determinadas emociones


La aparición de nuevos métodos para profundizar en el estudio del cuerpo y del cerebro confirma cada vez con mayor detalle la forma en que cada emoción predispone al cuerpo a un tipo diferente de respuesta.
El enojo aumenta el flujo sanguíneo a las manos, haciendo más fácil empuñar un arma o golpear a un enemigo; también aumenta el ritmo cardiaco y la tasa de hormonas que, como la adrenalina, generan la cantidad de energía necesaria para acometer acciones vigorosas.
En el caso del miedo, la sangre se retira del rostro (lo que explica la palidez y la sensación de «quedarse frío») y fluye a la musculatura esquelética larga —como las piernas, por ejemplo- favoreciendo así la huida. Al mismo tiempo, el cuerpo parece paralizarse, aunque sólo sea un instante, para calibrar, tal vez, si el hecho de ocultarse pudiera ser una respuesta más adecuada. Las conexiones nerviosas de los centros emocionales del cerebro desencadenan también una respuesta hormonal que pone al cuerpo en estado de alerta general, sumiéndolo en la inquietud y predisponiéndolo para la acción, mientras la atención se fija en la amenaza inmediata con el fin de evaluar la respuesta más apropiada.
Uno de los principales cambios biológicos producidos por la felicidad consiste en el aumento en la actividad de un centro cerebral que se encarga de inhibir los sentimientos negativos y de aquietar los estados que generan preocupación, al mismo tiempo que aumenta el caudal de energía disponible. En este caso no hay un cambio fisiológico especial salvo, quizás, una sensación de tranquilidad que hace que el cuerpo se recupere más rápidamente de la excitación biológica provocada por las emociones perturbadoras. Esta condición proporciona al cuerpo un reposo, un entusiasmo y una disponibilidad para afrontar cualquier tarea que se esté llevando a cabo y fomentar también, de este modo, la consecución de una amplia variedad de objetivos.
El amor, los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual activan el sistema nervioso parasimpático (el opuesto fisiológico de la respuesta de «lucha-o-huida» propia del miedo y de la ira).
La pauta de reacción parasimpática —ligada a la «respuesta de relajación»— engloba un amplio conjunto de reacciones que implican a todo el cuerpo y que dan lugar a un estado de calma y satisfacción que favorece la convivencia.
El arqueo de las cejas que aparece en los momentos de sorpresa aumenta el campo visual y permite que penetre más luz en la retina, lo cual nos proporciona más información sobre el acontecimiento inesperado, facilitando así el descubrimiento de lo que realmente ocurre y permitiendo elaborar, en consecuencia, el plan de acción más adecuado.
El gesto que expresa desagrado parece ser universal y transmite el mensaje de que algo resulta literal o metafóricamente repulsivo para el gusto o para el olfato. La expresión facial de disgusto —ladeando el labio superior y frunciendo ligeramente la nariz— sugiere, como observaba Darwin, un intento primordial de cerrar las fosas nasales para evitar un olor nauseabundo o para expulsar un alimento tóxico.
La principal función de la tristeza consiste en ayudarnos a asimilar una pérdida irreparable (como la muerte de un ser querido o un gran desengaño). La tristeza provoca la disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades vitales —especialmente las diversiones y los placeres— y, cuanto más se profundiza y se acerca a la depresión, más se enlentece el metabolismo corporal. Este encierro introspectivo nos brinda así la oportunidad de llorar una pérdida o una esperanza frustrada, sopesar sus consecuencias y planificar, cuando la energía retorna, un nuevo comienzo. Esta disminución de la energía debe haber mantenido tristes y apesadumbrados a los primitivos seres humanos en las proximidades de su hábitat, donde más seguros se encontraban.

jueves, 23 de diciembre de 2010

El mayor monstruo marino en 3D




El pliosaurio aterrorizó los mares hace 150 millones de años y hoy un potente escáner está revelando sus secretos.
Ingenieros de la Universidad de Southhampton en Inglaterra están realizando una tomografía computarizada del cráneo de uno de esos monstruos marinos. Sólo el cráneo mide 2,5 metros.
Vea cómo la tecnología de punta está trayendo a la vida a uno de los seres más mortíferos de la historia.

¿Cuánto podemos acercarnos al Sol?

En algún momento a partir del año 2018, una pequeña nave del tamaño de un automóvil se situará frente al Sol a la distancia más cercana a la que haya llegado jamás ningún vehículo humano. Si hubiera algún tripulante a bordo, podría contemplar un disco solar 23 veces más ancho que el que vemos desde la Tierra. La distancia será de seis millones de kilómetros, el equivalente a unos 8,5 radios solares y la temperatura estará por encima de los 2.000 grados centígrados.

La nave Solar Probe Plus cumplirá en parte un viejo sueño de la Humanidad, que viene fantaseando desde la noche de los tiempos con viajar a las proximidades del Sol. Revisando la historia de la exploración espacial, sin embargo, no se puede decir que nos hayamos acercado demasiado. El récord de proximidad lo tiene todavía la sonda Helios 2, que en 1976 se situó a una distancia de 43 millones de kilómetros (0'29 unidades astronómicas), en las cercanías de la órbita de Mercurio y unas siete veces más lejos de lo que se planea llegar ahora. Sigue siendo una distancia prudencial: la Tierra está a unos 150 millones de kilómetros. 

"¿Hasta qué punto puede acercarse una nave al Sol sin vaporizarse?", pregunta un lector en la web de la cadena pública estadounidense PBS. Obviamente, como le explican en la respuesta, la capacidad de acercarse sin arder dependerá de los materiales con que esté construida la sonda. En el caso de la Solar Probe, contará con un escudo protector fabricado en carbono-carbono reforzado que soportará una radiación 520 superior a la que recibimos en la órbita terrestre.

Naves en las proximidades del Sol

La mayoría de satélites y sondas que hemos enviado al espacio para estudiar el Sol(STEREO, SOHO, etc) se han situado en órbitas geoestacionarias o en los puntos de Lagrange, con el objetivo de observar la corona solar desde la distancia. Las misiones de aproximación al Sol son escasas y entre las que más cerca se han quedado se incluyen los vehículos que han viajado al planeta Mercurio (Mariner 10) y los que se dirigen hacia allí (Messenger). Más allá de la órbita de este pequeño planeta, la distancia al Sol es tan próxima que las temperaturas y vientos solares supondrán un desafío cuya superación nos puede sunminsitrar valiosos datos.

Además de Solar Probe, otros proyectos se aventurarán en estos confines en los próximos años. La Agencia Espacial Europea (ESA), por ejemplo, tiene previsto enviar un satélite denominado Solar Orbiter (SOLO) para observar las regiones polares de la estrella a una distancia de 48 radios solares, unos 34 millones de kilómetros. Por su parte, la NASA baraja enviar seis satélites llamados Solar Sentinels que llegarían a una distancia de 37 millones de kilómetros del Sol. 

Los rusos tampoco quieren quedarse fuera de esta carrera por acercarse al Sol y enviarán entre 2015 y 2018 la misión Intergeliozond, que pretende acercarse hasta 14 millones de kilómetros.

La ruta de aproximación al Sol no será nunca directa, sino que las naves seguirán sucesivas órbitas de aproximación y trazarán, en el caso de Solar Probe Plus, hasta 21 vueltas pasando por Venus hasta colocarse en el lugar deseado. Una vez allí, podrán realizarse mediciones de la corona y los vientos solares como nunca se ha hecho hasta ahora.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Espectacular Eclipse de Luna 2010

















Una única fotografía recoge 21 estadios del eclipse lunar que nos ha proporcionado la noche más larga y más oscura.

martes, 26 de octubre de 2010

Los 10 peores desastres de la historia de la ciencia

Los 10 peores desastres de la historia de la ciencia

1. La destrucción de la tradición naturalista india Lokäyata-Cärväka

La mejor prueba sobre la venerable antigüedad de las ideas naturalistas nos la dan los heterodoxos indios del siglo VII y VI a.C, anteriores incluso a la escuela jónica griega. Criticando la tradición védica y en especial las concepciones brahmánicas, los indios cärväka rechazan la existencia de Dios, la reencarnación y la existencia de una sustancia celeste distinta de la materia terrestre. Muchos siglos antes de los empiristas europeos, estos cärväka (algo así como "críticos" en sánscrito) conciben que sólo las percepciones sensoriales pueden considerarse fuentes fiables de conocimiento. Por desgracia los principales textos Lokäyata parece que son perseguidos y destruídos por la intolerancia brahmánica, y a partir del siglo XI el ateísmo indio (también el de los budistas) es golpeado del mismo modo por las invasiones musulmanas, por lo que todavía hoy buena parte de lo que conocemos sobre esta escuela filosófica procede de las parciales opiniones de sus contrincantes. Actualmente la mejor edición crítica de los textos Lokäyata corre a cargo de Debiprasad Chattopadhyaya.

2. La persecución de los atomistas griegos

Por mucho que el concepto de átomo (ἄτομον, sin partes) de Demócrito (460-370 a.C) o Leucipo (siglo C a.C) no coincida exactamente con el modelo de la física nuclear o de las mejores teorías físicas actuales, la intuición atomista es una de las más inspiradoras de la historia de la ciencia. Sin embargo, los partidarios del atomismo no siempre tienen la ocasión de debatir en igualdad de condiciones. El mismo Platón, según Diógenes Laercio, desea prender fuego a los libros de los atomistas y un asesor del emperador Juliano al mismo tiempo que recomienda estudiar con ahínco a Platón, sugiere "acallar con odio y menosprecio las opiniones impías de epicúreos y escépticos". La persecución y la intolerancia también se encarnizan contra los seguidores de Epicuro, a los que en el siglo II se les prohibe fundar una escuela en Roma, y las ideas atomistas sobreviven en occidente gracias al poema de Lucrecio (99-55 a.C) sobre la naturaleza, que los ilustrados reivindican como fertilizante de la ciencia moderna.

3. La destrucción de la biblioteca de Alejandría y el cierre de las academias filosóficas

Parece que el saqueo de la biblioteca alejandrina tiene lugar tras el decreto de prohibición del paganismo por el emperador cristiano Teodosio en 391, y específicamente en el contexto de las algaradas populares promovidas por el patriarca Teófilo. La escalada de violencia alcanza hasta el asesinato de la filósofa neoplatónica Hipatia, cuya memoria aún recoge una enciclopedia bizantina del siglo X (y la misma tradición cristiana, que la falsifica hábilmente como Santa Catalina). Aunque es difícil hacer luz sobre una historia complicada por la escasez y oscuridad de las fuentes, y donde los intereses científicos a menudo se entrelazan con los políticos y religiosos, la verdad es que a raíz de estos hechos ninguna filosofía no cristiana tiene la menor ocasión de propagarse por lo que resta del imperio romano. Este exilio de la filosofía secular, apunta Hecht, "alcanza su plenitud en el 529. En aquel año, temiendo la ira de Dios, el emperador cristiano Justiniano deja fuera de la ley el paganismo y cierra el Jardín Epicúreo, la Academia Escéptica, el Liceo y el Pórtico Estoico. Después de más de ochocientos años, ya no existen. Las filosofías "de la buena vida" (graceful-life philosophies), fueron prohibidas en toda Europa."

4. La decadencia de la ilustración islámica a partir del siglo XII

Si algo certifica la constante caída de la ilustración y el pensamiento científico en el mundo islámico es la decadencia del libro como motor cultural desde que -de acuerdo con una leyenda- al califa abasí Al-Mamún (786-833) se le apareciera en sueños el mismo Aristóteles para despertar el interés de los árabes por la filosofía griega. Aquellos escasos siglos contemplan el ascenso de un fabuloso movimiento de traducciones y bilbliotecas, públicas y privadas, desde la fundación de la Casa de la Sabiduría (بيت الحكمة) por Al-Mansur en el siglo XI, hasta la decadencia definitiva del califato abasí en el siglo XIII y la destrucción de la ciencia natural en el Islam, acosada desde entonces por el triunfo de los fundamentalistas. En 2003, de acuerdo con una estimación del Arab Human Development Report  [PDF] (consultar la página 67), sólo España es capaz de traducir más libros (unos 10.000) en un año que todos los países árabes durante los últimos mil.

5. La condena del racionalismo en la universidad de París de 1277

Desde 1212 la universidad de París padece el escrutinio eclesiástico de distintas tesis consideradas heréticas, hasta culminar con la condena expresa de 219 de estas proposiciones en 1277. De la oposición se encarga el arzobispo de París, Étienne Tempier, y se dirige principalmente contra las tendencias averroístas y racionalistas que habían pregnado peligrosamente entre los doctores parisinos. La lista de proposiciones (citada también por Hecht) prohibidas incluye afirmar:

152. Que las discusiones teológicas están basadas en fábulas.
40. Que no hay luz más alta que la vida filosófica.
153. Que nada es conocido mejor porque sea conocido por la teología.
154. Que sólo los hombres sabios son filósofos.
175. Que la Revelación Cristiana es un obstáculo al entedendimiento.
37. Que nada debe ser creído a no ser que sea auto-evidente o pueda ser afirmado a partir de cosas que son auto-evidentes.

Etienne Gilson escribe en 1938 que "La lista de tales opiniones es prueba suficiente de que el racionalismo estaba ganando rápidamente el terreno sobre el fin del siglo trece." Para Gilson, así como para otros historiadores que explican la condena de la universidad de París como un episodio del conflicto entre fe y ciencia, este sofocado racionalismo del siglo XIII podría considerarse nada menos que un anticipo "de la crítica de los dogmas religiosos típica del siglo XVIII francés." El historiador de la ciencia Pierre Duhem se opone a esta interpretación, pero como está visto, ni siquiera tiene a los medievalistas de su parte.

6. La persecución de Galileo y la condena del copernicanismo por la iglesia católica

A pesar de los tenacidad revisionista de los apologistas, tanto la persecución eclesiástica contra Galileo Galilei, iniciada en 1611 y culminada en 1633, como la expresa condena del sistema copernicano por decreto del Santo Oficio de 1616, permanecen como dos hechos incontrovertibles y calamitosos en la historia de las ideas científicas. Si es cierto que Galileo tuvo la "fortuna" de no ser quemado en la hoguera como Giordano Bruno, la historia de su querella con la iglesia católica (Galileo era creyente, pero le interesaba mucho más la ciencia natural que la teología) sigue siendo uno de los episodios más descarnados del conflicto entre la ciencia y el dogmatismo fundamentalista, particularmente representado por el cardenal Bellarmino, que también participa en la execrable condena de Bruno. Como muestra el bien documentado trabajo de Antonio Beltrán Marí, los contrincantes de Galileo no reivindican las "Buenas razones" ante la nueva ciencia matemática y experimental, sino más bien una autoridad mayor, bíblica en particular, aunque también inspirada por los padres de la iglesia hostiles a la filosofía "pagana". Y habría que recordar que también Melanchton o Lutero se oponen virulentamente a la ciencia de Galileo. El Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, uno de los grandes textos científicos de siempre, no es retirado del índice de libros prohibidos hasta 1822.

7. La teorías de la mente inmaterial

La teoría dualista de la mente parece ser instintiva y más profunda que las primeras elucubraciones filosóficas sobre el alma como una "forma" separada del cuerpo, tal como proponen Sócrates y Platón, y más tarde Descartes. Todavía el gran anatomista Vesalio (1514-1564) evita señalar los lugares físicos del alma por temor a la censura eclesiástica y la mayoría de los hombres cultos del siglo XVII aún consideran que el cerebro sólo es "una acuosa substancia sin estructura que no podía contener el complejo funcionamiento del alma" y que "sin espíritu no hay Dios". Thomas Willis (1621-1675) y su círculo de médicos y anatomistas de Oxford, a quienes se considera iniciadores de la neurología moderna, inician en el siglo XVII un esforzado camino hacia la física del alma, que culmina con el descubrimiento de la neurona y las técnicas actuales de neuroimagen. Hoy, la "era neurocéntrica" ha conseguido transformar los "misterios" de la conciencia en problemas con una base biológica y fisicalista.

8. La perversión totalitaria de la ciencia en el siglo XX

Ningún acontecimiento reciente daña tanto la imagen pública de la ciencia, y a su posible magisterio moral, como su percibido compromiso con las ideologías totalitarias del siglo XX. De hecho, el prestigio de la ciencia y la necesidad de tecnología impregnan y ensucian amplios programas de investigación en las utopías políticas modernas, desde el rechazo de la "física judía" o del "darwinismo judío" por los nazis, hasta la lucha de Stalin y los escolásticos soviéticos contra la "biología capitalista". El resultado de la perversión de los valores científicos no puede ser otro que el de una ciencia sombría: "ciencia que es una especie de imitación de la ciencia, una filosofía que es una especie de imitación de la filosofía" como lo denunció Valentine Bazhanov. El único consuelo es que la perversión científica se repartió de forma bastante equitativa en todo el espectro ideológico: desde las teorías supremacistas típicas de los nazis hasta peculiares versiones nacionalcatólicas del racismo biológico, pasando por los programas eugenésicos desarrollados en democracias liberales.

9. El movimiento del "Diseño Inteligente"

A veces llamado "ciencia de la creación" o "creacionismo científico", el movimiento del Diseño Inteligente es básicamente un fenómeno político y religioso de la Norteamérica protestante, una vez que el intento de prohibir la enseñanza de la evolución fracasa, repetidamente, en los tribunales de EE.UU. Aunque las ideas creacionistas no han hecho mella alguna en la biología científica, y ni siquiera han logrado convencer a sus amigos potenciales, el activismo agresivo de sus proponentes sí ha provocado que muchos científicos desperdicien su tiempo respondiendo a unas objeciones que ni siquiera cumplen el mínimo requisito de una hipótesis científica. Para comprobarlo, no hay más que echar un vistazo a la reciente confesión pública de uno de sus principales teóricos. Para un informe reciente de la cuestión, hacer clic aquí [PDF].

10. El posmodernismo y la separación de las "dos culturas"

El desencanto por los llamados "metarrelatos" de salvación por la técnica, la ideología y la religión provoca que prolifere -sobre todo en la Europa de la posguerra mundial- un pensamiento pegajosamente relativista y hermenéutico que muchas veces se identifica a sí mismo como posmoderno. El auge de la banalidad coincide, no por casualidad, con la separación entre las "dos culturas" denunciada hace 50 años por C.P. Snow, que certifica el desinterés mutuo de "humanistas" y "científicos". Una "impostura intelectual" que Sokal y Bricmont se atreven a denunciar con toda claridad en 1997: la ecuación e=mc2 no es una ecuación sexuada. Por fortuna, parece que en los últimos años se observa una decadencia cuantitativa de los principales términos académicos asociados con la constelación posmoderna: deconstruccionismo, psicoanálisis, poscolonialismo... Desde hace tiempo es obvio que necesitamos una "tercera cultura".

viernes, 22 de octubre de 2010

El gen de Matusalén: beben, fuman… y superan los 90 años

¿No se han preguntado alguna vez por qué algunas personas viven más que otras, a pesar de tener hábitos y costumbres similares? Los hay que fuman como carreteros, beben alcohol como cosacos y comen carne como buitres y, aún así, han superado los noventa años de edad como si nada. Entonces ¿cuáles son las claves genéticas del envejecimiento?

Pues ahora sabemos la respuesta. Al menos, en parte. Y no está en que hayan localizado por fin la fuente de la eterna juventud en alguna isla de las Bahamas o en que hayan logrado sintetizar la piedra filosofal de los alquimistas. Todo radica en un gen que no tiene todo el mundo. Cuestión de suerte. Un gen que permite a algunas personas ser unos elegidos del destino o tener casi la invulnerabilidad de Aquiles. Y a ese gen ya le han bautizado con el nombre de Matusalén, como no podía ser menos.

Ha sido un equipo de científicos islandeses quienes han logrado identificar la cadena de ADN que confiere longevidad y salud a hombres y mujeres. Un hallazgo realmente importante porque anima a que algún día se puedan crear medicamentos que lo imiten y permitan prolongar la vida humana unos cuantos años más, hasta los 120, como postulan algunos médicos.

Los investigadores de DeCode Genetics, una empresa de biotecnología islandesa, se valieron de los registros de nacimientos y muertes de Islandia —que se remontan a la época de los vikingos— para hacer un seguimiento de distintos individuos que fueron excepcionalmente longevos. Analizaron la sangre de los islandeses en busca de indicios genéticos que pudieran contribuir a detectar los factores que hicieron que algunos de ellos vivieran más de noventa años. Y descubrieron que, de alguna manera, este gen produce una proteína que permite a ciertas personas vivir unos cuantos años extras. El gen, sin embargo, no confiere inmortalidad. Ya quisieran… Pero sí que se hereda. Lo malo es que también se pueden heredar otros genes que hacen que la gente muera joven y entonces no se llega a la edad en que pueden aprovecharse las bondades del gen Matusalén.

Otro equipo de científicos, esta vez estadounidenses, acaba de dar otro paso adelante en este campo al identificar una mutación genética en moscas del vinagre que permite que estos insectos vivan mucho más, hasta un 35% más de lo normal. Los investigadores sometieron a estos insectos a varios experimentos para demostrar su resistencia, con o sin gen. Las moscas fueron expuestas a un herbicida tóxico, a la privación de comida y a temperaturas muy altas. Las moscas con el gen Matusalén tenían una capacidad de supervivencia un 50% mayor que los insectos normales cuando se las hacía pasar hambre.

Esto, probablemente, se debió a que las moscas longevas poseían más reservas de grasa para soportar la falta de alimentos. Al exponerlos a temperaturas muy altas, los investigadores comprobaron que las moscas mutantes también eran mucho más capaces de soportar el estrés de un exceso de temperatura y sobrevivían durante más tiempo antes de morir por el calor. En definitiva, las moscas con el gen Matusalén eran mucho más resistentes a ataques de todo tipo.

Estos resultados sugieren que la longevidad y la resistencia al estrés están estrechamente vinculadas. A esto se añade el hallazgo del Laboratorio de Neuroendocrinología de la Universidad de California que demuestra que una persona sometida a situaciones estresantes le anticipa el envejecimiento en unos diez años, le debilita el sistema inmunológico y le altera la genética de células y tejidos. Y aún así, el estrés sigue siendo nuestro compañero de trabajo y de vida. No escarmentamos… Algo que no deben tener los habitantes de la isla de Okinawa, al sur de Japón, pues es la población más longeva y saludable del planeta.

Uno de los hombres más ancianos que hemos tenido en España, Joan Riudavets, quien murió en la isla de Menorca con 114 años de edad en el 2004, decía que el secreto de su longevidad era “vivir tranquilo y tratar bien a los demás”. Ya lo dice el refrán: “Del viejo, el consejo”.

A estas alturas sabemos lo que nos provoca el envejecimiento, que son los radicales libres, esas moléculas que oxidan nuestras células, y sabemos también cómo combatirlos y no está precisamente en el uso de antioxidantes. Lo mejor no luchar contra ellos sino no producirlos. El que tiene el gen Matusalén lo consigue de forma natural. Los que no lo tienen (y algún lector habrá que no le ha tocado esa lotería) posee algunos secretos para vivir más y mejor. ¿Se los digo?

Buda decía que “somos lo que comemos y lo que pensamos”. Conclusión: con algo menos de estrés, con una respiración más pausada, una alimentación equilibrada y unos pensamientos positivos conseguiremos no sólo vivir unos cuantos años más (que es lo de menos) sino tener una mejor calidad de vida. Y eso sin el dichoso gen Matusalén

domingo, 10 de octubre de 2010

La Fisica de un Disparo

El francotirador monta el arma, listo para efectuar el disparo. Al apretar el gatillo, se libera un muelle que empuja el percutor. Éste golpea al cartucho llenando el cañón de gas y liberando la bala que emerge de la boca del cañón. Todo ocurre en una fracción de segundo.


El disparo ideal sería aquel en el que la bala recorre una trayectoria rectilínea alcanzando su objetivo. Es decir, poner la bala donde pones el ojo. Sin embargo ahí hay unas cuantas cosas dispuestas a complicar un poco las cosas. Veamos:

El aire
El disparo se efectúa en el seno de un fluido que genera una resistencia. El fluido se opone al paso de la bala a su través y esto genera fricción. En definitiva, una fuerza que se opone al avance de la bala y que va a acortar sensiblemente el alcance de la bala frente a un disparo efectuado en el vacío. Ya vimos en otro post que en los fluidos se crean turbulencias en determinadas circunstancias.
Para evitar que la bala se desvíe de su trayectoria se intenta diseñar de forma que se minimicen estos efectos, por eso el perfil de la bala moderna es cortante, con forma de punta en vez de forma esférica.
Antiguamente, en los primeros fusiles como eran los mosquetes la bala era esférica y por ello la fricción con el aire era mucho más importante haciendo que el alcance fuera muy pequeño. Esto no es muy importante si se pretende que el alcance sea corto, pero en el caso de un rifle de francotirador la bala debe recorrer hasta centenares de metros para alcanzar su objetivo.

Efecto magnus
Este efecto se debe a que el disparo se efectúa en el seno de un fluido.
Un objeto en rotación provoca que el aire se arremoline a su alrededor. En la zona en la que la rotación es en el mismo sentido que la velocidad del viento la velocidad se incrementa mientras que en la zona en la que la rotación es en contrasentido al viento se disminuye. Esto provoca una disminución de la presión ocasionando una “succión” que desvía la trayectoria del objeto. Esto es lo que sucede al chutar un balón “con efecto”.
Para evitar que un efecto como este afecte demasiado se optará por diseñar la bala de tal manera que corte el aire de forma más eficiente y otorgándole una estabilidad adicional, para eso confiaremos en el momento angular de rotación. La bala de la derecha se desplaza de forma más eficiente que la de la izquierda, alcanzando una mayor velocidad y generando menos turbulencia:


Momento angular de rotación
El momento angular podemos resumirlo brevemente como la resistencia que opone un cuerpo en rotación a que cambiemos el plano en el que está rotando. Esto es muy conveniente para este propósito ya que haciendo que la bala rote en torno a su eje principal de simetría, tendrá una estabilidad adicional. . Eso sí, si se dispara con viento de lado, el efecto Magnus jugará en su contra.
Conseguir que la bala rote sobre su eje principal se puede hacer diseñando el interior del cañón (ánima) con surcos con el perfil de una espiral:


Si el alcance no es muy importante y no se dispara un único proyectil coaxial con el cañón (caso de una escopeta por ejemplo) tener el ánima rayada puede ser un inconveniente, por eso hay armas que se fabrican con el ánima lisa.

Efecto de Coriolis
El Efecto Coriolis se debe a que la Tierra rota. Por tanto, cuando disparas a un punto, segundos después ese punto no está donde antes. Lo puedes ver como que una fuerza ficticia ha hecho que la bala impacte donde no debería, un poco más hacia un lado. Esto en tiros balísticos de varios kilómetros tiene efectos muy importantes. Y por supuesto efectos fundamentales en la dinámica de las corrientes de aire y la formación de tormentas, huracanes, etc.
En la práctica, un francotirador debe considerar un pequeño desvío hacia uno de los lados que es acumulativo. Es más importante cuanta mayor es la distancia que recorre el proyectil. En tiros de unas pocas decenas de metros no es especialmente importante.

La gravedad
Por supuesto, la gravedad es otra de las cosas que juegan en contra de ese disparo ideal del que hablábamos antes. Cualquier disparo de un proyectil no autopropulsado en el seno de un campo gravitatorio será un tiro parabólico en el que la bala seguirá una trayectoria balística.
Cuanto mayor es la velocidad inicial y menor el ángulo inicial la parábola es menos alta y se podría aproximar por una rectilínea. A corta distancia no hace falta calcular desviaciones. Este no es el caso de un disparo de un francotirador, en el que en la práctica tendrá que apuntar el rifle un poco más alto de donde realmente quiere que impacte la bala.
Para eso cuentan con la ayuda de la retícula del teleobjetivo que va montado sobre el cañón donde se puede ajustar la desviación según el viento lateral (1), la compensación de la caída de la bala dependiendo de la distancia a la que se encuentra el blanco (2 y 3).